El aislamiento térmico de ventanas ayuda a reducir el gasto mensual hasta en un 30%, y con revestimiento de fachadas y suelos, hasta 400 euros.
Aunque llegar a fin de mes es uno de los asuntos que más preocupa a los españoles, no siempre contamos con la información necesaria para reducir aquellos gastos que puedan aliviar la situación económica familiar. Sin embargo, ahorrar en casa es mucho más fácil de lo que parece y tan solo hay que saber cuáles son los gastos fuertes de nuestras facturas, como lo es en invierno la calefacción, y ponerles solución.
El 41% de la energía que llega al hogar se consume en calefacción, y de esta somos capaces de perder hasta un 40% por culpa del mal aislamiento de nuestras ventanas. Por cada metro cuadrado de la superficie de un cristal simple, durante el invierno, se pierde la energía contenida en 12 litros de gasóleo. ¿El resultado? Una eficiencia pobre en casa, un gasto anual excesivo y un escaso compromiso con el medioambiente.
¿Mis ventanas aíslan bien?
Antes de ponerse manos a la obra e instalar nuevas ventanas, es esencial saber si hay fugas de calefacción. Un truco sencillo para detectar posibles corrientes de aire frío es sujetar una vela junto al marco, así, si la llama comienza a oscilar, se habrá localizado el punto donde se producen las infiltraciones de aire y habrá que proceder a aislar las ventanas para mantener la casa caliente y evitar la pérdida de energía (y de dinero extra en las facturas que recibimos). Para evitar las corrientes de frío del exterior se pueden seguir varios métodos según la importancia de las infiltraciones, ya que se pueden sellar con silicona, masilla o burletes adhesivos, instalar doble ventana o sustituir el vidrio y la carpintería por otros más eficientes. Además, es recomendable bajar las persianas de noche para ayudar a mantener la temperatura (21 ºC es suficiente para mantener el confort de una vivienda), no ventilar la casa más de diez minutos al día (tiempo suficiente para renovar el aire) y dejar siempre las persianas subidas por la mañana para aprovechar el calor solar que genera la luz en casa.
¿Cómo se sella una ventana?
El aislamiento térmico de una ventana depende de la calidad del vidrio y del tipo de carpintería del marco, pues éste ocupa entre el 25% y el 35% de la superficie de la ventana, mientras que el vidrio es su elemento fundamental. Uno de los mejores sistemas son los de doble cristal, pues reducen prácticamente a la mitad la pérdida de calor respecto al acristalamiento sencillo y, además, disminuyen las corrientes de aire, la condensación del agua y la formación de escarcha. La carpintería también es determinante, por eso se aconseja decantarse por los marcos de madera u otros con rotura de puente térmico, que contienen material aislante entre la parte interna y externa del marco. Esto puede llevar a un ahorro por vivienda de 400 euros al año (si se acompaña de suelos y paredes bien aislados), contribuyendo a la economía familiar y también a la responsabilidad que tenemos con el medioambiente.